Nacer del agua y del  espíritu? No se interpreta al bautismo, sino a la reencarnación, pues el agua es el líquido amniótico, y el espíritu es la evolución, por medio de la encarnación, la energía ni se crea ni se Destruye, sino que simplemente se transforma, vuelves a nacer en otro cuerpo. Nacer de nuevo "en agua y Espíritu" Juan 3:1-15 -De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le preguntó: - ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo, puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús: --De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: "Os es necesario nacer de nuevo". ¿ A quién no le ha ocurrido en alguna ocasión, qué ante una imagen, situación o paisaje desconocidos, se ha sentido desconcertado y ha pensado: "esto ya lo he vivido yo anteriormente"?. Y sin embargo, nunca habíamos estado en ese lugar, ni siquiera teníamos noticias de él. Una gran cantidad de personas que son sometidas a Hipnosis profunda, logran rememorar recuerdos que no pertenecen a su vida presente. En ese estado alterado de conciencia, conocido como "regresión hipnótica", relatan acontecimientos y escenas vividas en un contexto de tiempo anterior al actual, sintiéndose protagonistas de tales hechos. Si realizamos una investigación posterior, podremos comprobar en muchas ocasiones, aunque también es verdad que no siempre; que todo lo relatado corresponde a hechos reales, que sucedieron hace años e incluso siglos atrás. Algunos testimonios extraídos mediante la "regresión hipnótica" se han hecho bastante famosos e incluso se han llegado a escribir libros sobre ellos No debemos olvidar los proverbios Cristianos: "el que siembra rayos, cosecha tempestades"; "con la vara que mides serás medido y con ventaja", "ojo por ojo y diente por diente" y "el que a hierro mata a hierro muere". La Ley del universo gobierna todo lo creado por Dios, y es una ley inmodificable. Esta se conoce en las religiones como "justicia celestial". Quien viola una ley crea dolor para sí mismo. La Ley del universo nos controla y vigila a cada momento y por eso cualquier acto bueno o malo de nuestras vidas tiene sus consecuencias. Todo el mal que hagamos tenemos que pagarlo y todo el bien que hacemos nos será recompensado. Dios nos dio libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero de todos nuestros actos tenemos que rendir cuentas ante la justicia divina y estamos anotados en el libro de la vida, a medida que se gastan las paginas por anotaciones de malas acciones empieza a desparecer nuestro registro, contrario sucede por la buenas nos llevan a tener la misericordia de Dios en todas nuestros haberes. Todos los que moramos en este mundo como hombres de carne y huesos estamos atrapados, por la rueda del destino, solo cuando lleguemos a la perfección a través de la sabiduría viviremos en un mundo maravilloso como el llamado reino de los cielos, donde tendremos también materia corpórea, solo que no seremos hechos de polvo de tierra sino de polvo de estrellas, nada nos destruirá, viviremos si nos place en el sol, o nos desplazaremos por universo como hacerlo por nuestra casa a través de vehículos especiales llamadas naves extraterrestres. Ver Ezequiel capitulo primero Por ello es necesario saber y conocer nuestros errores en vidas pasadas a través del conocimiento y pedir perdón para gozar de una vida plena en esta existencia, mientras marchamos hacia la eternidad y seremos como los ángeles del cielo. La reencarnación es tan cierta como el aire que respiramos, y el mismo Jesús lo expresó directamente a Nicodemo y también con sus discípulos cuando dijo que Elías ya había venido, pues era el mismo Juan el bautista. En su inmensa misericordia Dios le da oportunidades por igual a todos los eres humanos para que tengan actitudes buenas con sus semejantes amando cada ser como si fuera asi mismo. La obra del señor es el universo, inmenso, infinito, pues así mismo es su amor y da recompensas a cada cual según lo merece. Muchos nos preguntamos porque unos nacen pobres y otros ricos, porque unos son sanos y otros enfermos desde que nacieron, porque otros mueren tempranamente y otros perduran longevamente. El porque un niño tiene cáncer y ser humano adulto rebosa en salud siendo una mala persona. La explicación más simplista es que Dios reclama prontamente a los niños, y que a otros los deja sufriendo en el mundo, nada mas falso que eso. Todo esto es por la ley de la siembra y la siega. Si fuiste bueno en existencias pasadas, tendrás los tesoros del mundo y serás admirado y respetado, pero si la opulencia te convierte en un ser mezquino y malvado, en la próxima vida te ira mal, podrás nacer enfermo, mutilado o para tu sufrimiento serás pobre y hasta indigente. En fin no se trata de discutir porque esto o lo otro, sino simplemente la ley es inexorable y no perdonaba nada, a no ser por naturaleza divina, y es eso precisamente lo que vino Jesucristo a hacer en el mundo, con su sangre lavo los pecados de la humanidad, para que en esta vida y con arrepentimiento tengamos perdón de nuestros errores y no tengamos que pagarlos en una nueva reencarnación. El ciclo de vida y muerte es doloroso, tanto el nacimiento como la misma muerte, y sobre todo cuando estamos a la deriva en ese túnel que nos lleva a dos umbrales uno es de Satanás y el otro del reino de Dios, pero ninguno de los dos traspasamos aun hasta el juicio final. Al morir Jesús y bañar con su sangre la tierra en el amor por el ser humano, permitió que los ángeles del reino de Dios, pudieran rescatar a los seres humanos que estaban y llegan al averno. Antes de la muerte de Jesús, Satanás tomaba para si todas las almas que le llagaban, pero Cristo cuando murió viajo hasta los infiernos y llevó todas estas criaturas a la ensenada del umbral, permitiéndoles volver a reencarnar, y doctrinándolos  para regresarlos a la tierra mientras se cumple el juicio final. Las iglesias borraron los textos sagrados que hacían alegoría a esto, y que fue borrado en el primer concilio.